Esta es
la pregunta que nos hacemos mientras cortamos varios metros de tubería de PVC
para agua potable en trozos de 6, 5 y 1,5 cm, afortunadamente los codos y las
“T”s y ya las venden listas. Son algunos
de los materiales que se necesitan para hacer una serie de experimentos que nos
puedan dar pistas para resolver la pregunta: ¿Podrá la plasticidad fenotípica
llevar a la especiación ecológica? De hecho una parte de la pregunta, la otra
parte la buscaremos dentro del genoma de la especie con que haremos el estudio,
el octocoral Pseudopterogorgia bipinnata.
Serian unos cuantos frascos de vidrio o unas cuantas materas si el experimento
se fuera hacer con la mosca de la fruta o con alguna maleza modelo, pero
desafortunadamente las preguntas surgen generalmente de especies que aún no
hemos domesticado, o de especies marinas aún mas esquivas de manipular.

La pluma de mar, P. bipinnata, vive en algunos arrecifes coralinos del mar Caribe y
se distribuye desde muy poca profundidad hasta mas de 40 metros en las
profundidades arrecifales. Hace unos años nos dimos cuenta que las plumas de
mar de poca profundidad tenían ramas 10 veces más cortas que las de aguas
profundas. Pese a las diferencias entre colonias de una misma especie sus
diferencias genéticas reflejaban en su mayoría diferencias entre lugares
geográficos pero no entre las diferentes formas de las diferentes profundidades.
Ahora estamos trabajando con esta pregunta en Bocas del Toro, Panamá, gracias
al auspicio del Instituto Smithsonian. El cambio morfológico en la especie ya
no esta en un rango de 40 m, sino tan solo de 7 m, entre 2 y 9 m de
profundidad. La respuesta de la especie sorprendentemente es la misma. Muchas
de las condiciones, en especial de luz, son muy diferentes entre 2 y 9 m en
estos arrecifes de sotavento en Panamá, pero. ¿Podrá un cambio tan corto en
profundidad ejercer una presión de selección suficiente para ser un caso de especiación
ecológica incipiente?

No hay comentarios:
Publicar un comentario