sábado, 4 de noviembre de 2017

Biodiversidad, Conservación y Desarrollo: hacia la ruta épsilon



El proyecto de replantear mi curso de Biodiversidad, Conservación y Desarrollo como un curso Épsilon empieza a tomar forma. Este curso es una gran oportunidad de reunir una muestra representativa de todos los estudiantes de la universidad, en realidad he tenido estudiantes de todas las carreras. El curso propicia ambientes interdisciplinarios en los que interactúen las artes, las humanidades, las ciencias y las tecnologías para promover profesionales íntegros, líderes con pensamiento crítico y con principios éticos, que estén en capacidad de afrontar problemas nacionales de proyección universal, entre ellos la pérdida de la biodiversidad, los recursos naturales y la sostenibilidad.

Los temas del curso son fundamentales para la formación integral y la autonomía de cualquier profesional. Claramente es el mayor desafío del proyecto Épsilon es cómo evaluar el componente ético junto al curricular. No obstante, lo veo compatible con la forma como lo he estado evaluando. Donde los talleres (grupos de trabajo dirigidos en clase) incluirían el componente de debate ético los cuales se realizan sobre 5 temas diferentes. Este componente es un requisito de asistencia, que creo debe ser su espíritu. Con lo que concuerdo con los documentos guía para esto.

En general la idea de que sea un curso épsilon me parece bien encaminada, sin ofrecer una dirección moral, invita a afrontar problemas, debates y situaciones donde la ética es más una reflexión que un dogma. Digamos que venía haciéndolo de manera implícita en el curso por lo que adaptarlo a la estrategia será un proceso natural. Aunque la preconcepción es que lo ético es la razón consensuada, la reflexión puede generar una apropiación más duradera en la enseñanza sobre la ética.

Cada vez es más común el choque entre conservación y desarrollo, lo cual es el corazón del CBU Biodiversidad, Conservación y Desarrollo. En un país megadiverso como Colombia, las decisiones que afectan al medio ambiente, no solo comprometen la base natural de la región con más especies por km2 del mundo, sino la base natural para desarrollo sostenible y una potencial bioeconomía. El curso es por tanto un lienzo ideal para trabajar el debate tanto técnico como ético del balance entre conservación y desarrollo.